«Abisal Parade» #108
Desfile submarino sagrado donde figuras humanas y criaturas marinas se entrelazan en un lenguaje simbólico. Inspirada en pigmentos rupestres, la composición evoca una civilización abisal olvidada y su conexión mística con la energía ancestral del océano.
Técnica: Mixta sobre lienzo
Medidas: 100 x 100 cm
«Abisal Parade» es mi obra número 108 y forma parte de mi serie neorupestrista, una línea de creación en la que imagino cómo serían las pinturas rupestres si se hubieran desarrollado en otros tiempos, en otros mundos o bajo el mar. En esta pieza represento un desfile submarino sagrado, donde las criaturas no son simples peces, sino símbolos y vestigios de una civilización olvidada que alguna vez habitó las profundidades. Cada forma, cada trazo, es parte de un ritual que intenta conectar lo ancestral con lo desconocido.
Las figuras humanas alargadas que aparecen son buceadores, pero no observan: participan. Me gusta pensar que están en comunión con las criaturas abisales, recibiendo mensajes a través de líneas que se asemejan a nervios o raíces. Sus cuerpos, casi grabados en la piedra del agua, representan esa conexión entre lo humano y lo primitivo, entre el gesto y el misterio.
La paleta cromática surge de los ocres y rojos de los pigmentos naturales, sobre los que irrumpen azules intensos que evocan energía bioluminiscente. Pinto desde un impulso instintivo, sin pretensión científica, buscando evocar sensaciones. «Abisal Parade» nace de una pregunta: ¿y si el mar también tuviera sus cuevas sagradas y sus propias pinturas rupestres?
O.A